Salmo 1

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Salmo 1: Cómo Lograr Éxito

John Hepp Jr

Se hallan al fin mi traducción (paráfrasis)
de Salmo 1 y la traducción de Valera.

Introducción: Los Salmos 1 y 2 dan una introducción para todos los salmos. Sus temas se hallan muchas veces. Salmo 1 es personal, tratándose del individuo ante Dios y distinto del mundo. Salmo 2 es profético, tratándose del reino divino venidero y cómo aquel reino será establecido.

Leamos Salmo 1 en unísono, fijándonos en tres divisiones:
División I, versículos 1, 2, 3, describen al justo.
División II, versículos 4-5, describen a los malos.
División III, v. 6, explica por qué sus destinos son diferentes.

Este salmo promete que Dios dará su bendición sobre ciertas personas: “Bienaventurado el varón.” En el hebreo original, la palabra traducida “Bienaventurado” es plural, pudiéndose traducir, “He aquí, las bienaventuranzas del varón.” ¿Por qué es plural y no singular? Porque Dios no da una sola bendición sino que siempre da varias. La misma palabra se usa al fin del Salmo 2, unificando estos dos salmos.^nota1

¿Qué quiere decir esta palabra “bienaventurado”? Quiere decir afortunado, contentísimo. En griego es makarios, la misma palabra que Jesús repetía al empezar su sermón en el monte: “Bienaventurados los pobres en espíritu…bienaventurados los que lloran… los mansos…los que tienen hambre y sed de justicia.…” Nueve veces él dijo “bienaventurados” al comenzar aquel sermón.

¿Para quién es esta bienaventuranza prometida en Salmo 1? Para cierta clase de varón (Heb. ish). La palabra traducida “varón” normalment se refiere a un individuo masculino pero puede ser cualquier individuo, hombre o mujer. En este sermón voy a dar énfasis en que los hombres (sobre todo los padres) pueden obtener esa bienaventuranza, también los jóvenes y los niños hombres. Pero también se incluyen a las damas y las niñas.

Voy a explicar una por una cada parte de este salmo. Después de cada parte, leeré mi propia traducción de la misma. La primera división consiste en vv. 1–3. Se describe al justo en forma negativa in v. 1 y en forma positiva en v. 2. Luego se describe su bendición divina en v. 3.

1. Se Describe al Justo, vv. 1–3
   1. Lo que no hace el justo, v. 1
      Hay tres verbos: No “anduvo,” no “estuvo,” no “se ha sentado.” Parecen hablar de acciones pasadas. Pero en este versículo expresan lo que siempre se hace. Por tanto, muchas versiones los traducen aquí, como haré yo, en tiempo presente: no “anda,” no “está,” y no “se sienta.”^nota2
      1. No anda en consejo de malos. Estos son los desordenados, cuyas vidas Dios no controla.^nota3
      2. No está en camino de pecadores. Estos son los incumplidos, que no cumplen con las leyes y los reglamentos espirituales.
      3. No se sienta en silla de escarnecedores. Estos son los burladores, que hacen burla de cosas o de personas espirituales.

      La cultura moderna está llena de tales personas: de malos, pecadores, escarnecedores. Por mucho que nos disgustan a los creyentes, no podemos evadirlos. A fuerza debemos tratar con ellos. Nuestro Señor los trataba cuando vivía en este mundo, y nos dejó aquí para seguir Sus pasos. El quiere que ellos vean nuestras buenas obras y lleguen a glorificar a nuestro Padre. Ellos necesitan la luz que ofrecemos sin que nosotros andemos en sus tinieblas.

      LEA V. 1 (paráfrasis)

   2. Lo que sí hace el justo, v. 2
      En este v. “la ley de Jehová” es su Tora. Tora se usa para una ley, para todo el conjunto de leyes, para los libros que contienen esas leyes—el Pentateuco. Aquí se usa en su sentido más amplio, que es la enseñanza de Dios, su instrucción, la Palabra de Dios.
      1. Se deleita el justo en esa enseñanza divina.
         El gran ejemplo de alguien que tiene ese deleite es Jesús el Mesías. Se le describe en Isaías 11: “reposará sobre él el espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová” (Isa. 11:2–3a).
      2. ¿Cómo demuestra el justo su delicia en esa enseñanza divina? “En ella medita de día y de noche.”
         Como dice Salmo 119:97: “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.”
         “Medita” quiere decir “recita.” Constantemente el justo medita en la ley; la sigue repitiendo.^nota4
         ¿Cómo podemos meditar en la enseñanza divina? Solamente si la leemos y la aprendemos de memoria. Como la vaca, no podemos masticar lo que no hemos comido. Por tanto, tengo dos sugerencias prácticas para cada varón que quiere la bendición de Dios. Coma y mastique. Coma y mastique. (a) Coma cada día un trozo macizo de la Biblia. (b) Mastique porciones de la Biblia todo el día. Puede Ud. escribir en un papel algunos versículos bíblicos que Ud. quiere aprender de memoria. Lleve el papel consigo; léalo varias veces al día. Sea serio con Dios.
      3. Una aclaración
         ¿Qué tanto de la enseñanza divina le da deleite al varón justo? Una vez más, escuche la respuesta del Señor Jesús. Citando Deuteronomio, él dijo: “toda palabra que sale de la boca de Dios” (Matt. 4:4). Conforme a la plenitud de su conocimiento será la plenitud de su éxito.
      4. Una advertencia
         ¿Acaso le agrada a Dios el que nosotros conozcamos Su Palabra? Pues sí, solamente con tal que nos humillemos y le obedezcamos. Como dijera Josué 1:8: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito.”
         Lamentablemente, hay personas que estudian la Biblia pero son soberbias. Por ejemplo, varios rabinos judíos han dicho que Dios mismo estudia Tora (las escrituras) en la misma manera que ellos. ¡Qué soberbia, poniéndose en el mismo nivel con Dios! Con razón Jesús advirtió a los fariseos que ellos estudiaban las escrituras porque les parecía que en ellas tenían vida eterna, pero no querían venir a él, de quien las escrituras dan testimonio (Juan 5:39–40). En lugar de llenarnos de orgullo, el estudio bíblico debe humillarnos y traernos a Cristo.

      LEA V. 2 (paráfrasis).

   3. Lo que logra el justo, v. 3
      He aquí LA BENDICIÓN.
      1. Se describe su bienestar en una figura—él es como una palmera vigorosa y bien surtida de agua.
         Da su fruto cuando es tiempo de darlo.^nota5
      2. Se describe su bienestar en forma sencilla: Prospera en todo lo que hace.
         Se usa el mismo verbo en el caso de José: Gen. 39:3 (el varón prosperó) y 23 (lo que él hacía, Jehová lo prosperaba).
         La misma promesa y el mismo secreto se dan en Josué 1:8: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
      3. ¿En qué consiste esta prosperidad?
         1. ¿Consiste en “largura de días y años de vida y paz” (Prov. 3:1–2)? o ¿en graneros llenos o lagares rebosando de mosto (Prov. 3:10)? Estas fueron promesas generales durante el reino de Dios sobre Israel. Pero aun en aquella época no fueron promesas universales. Aunque algunos “por fe conquistaron reinos…alcanzaron promesas, taparon bocas de leones” (Heb. 11:33), otros en cambio “experimentaron vituperios y azotes… prisiones y cárceles… anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles …pobres, angustiados” (Heb. 11:36–37). Si su prosperidad tenía que ser material y en esta vida, la promesa habría fallado para ellos. Y fallaría también para nosotros, quienes ahora esperamos y pedimos que su reino venga de nuevo. Hay poca probabilidad que nosotros pronto tengamos riquezas mundanales. “¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido?” (Santiago 2:5).
         2. ¿En qué, pues, consiste la prosperidad que Dios promete? En la voluntad de Dios para cada uno y, sobre todo, en la gran salvación que nos será otorgada cuando él venga. Como dijera Romanos 12:1–2, debemos presentar nuestros cuerpos a Dios y no dejarnos conformar a este siglo sino ser transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento—es decir, por la palabra de Dios. Entonces comprobaremos “cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

            LEA V. 3 (paráfrasis).

2. Se Describen los Malos, vv. 4–5
   1. Su carácter, v. 4
      1. “no así” No evaden el consejo de los malos o el camino de pecadores. No se gozan en la instrucción de Jehová ni meditan en ella. No son como palmeras fructíferas y siempre verdes.
      2. sino que son como el tamo que no sirve para nada.
         El tamo es la cáscara del trigo, que se separa del grano cuando se trilla, y es llevado por el viento.

      LEA V. 4 (paráfrasis)

   2. Su logro, v. 5
      Nada que perdura.. No podrán aguantar el juicio ni tomar su lugar en la asamblea de los justos.
      (El justo puede estar solitario ahora, pero los malos estarán solitarios para siempre.)

      LEA V. 5 (paráfrasis)

3. Se Explica por qué sus destinos son diferentes, v. 6
   1. porque Jehová conoce (vigila) el camino de los justos
      no porque son ricos, poderosos, o inteligentes
   2. pero no conoce/vigila el camino de los malos
      Su senda “perecerá,” dando a entender que Jehová no la “conoce” (vigila).

      LEA V. 6 (paráfrasis)

Conclusiones

1. El plan original del Creador era de bendecir. Cuando creó al hombre a su imagen—varón y hembra— “los bendijo Dios, y les dijo: ‘Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread…’” (Gen. 1:27–28; y ver 2:3).
2. Repetidas veces prometió Jesús el Rey, con la misma palabra, la bendición de Salmo 1:1 (9 veces en Mat. 5:3–12).
3. Salmo 1:1–2 da la clave/la regla para obtener esa bendición divina. ¿En qué consiste la regla? En el verdadero amor para la instrucción de Dios, para conocer este libro y cumplir con el mismo. No se puede hacer con mañas; no hay caminos cortos para alcanzarla.
4. ¿Qué tan fielmente debo seguir esta regla? La respuesta es: A la medida con que deseo el éxito. Sólo Cristo la obedeció perfectamente.
5. ¿Cómo se puede adquirir el amor hacia la enseñanza divina? Acercándome a Dios y pidiéndolo.
6. Una demostración (hay que practicarla):
   Ilustre la necesidad de llenar el día, representado por un jarro de vidrio, con las correctas prioridades. Enseñe dos botellas de arena (a y b), dos botellas de grava (a y b), y diez pelotas de golf. Explique lo que representan (ver abajo). Meta toda la arena a y la grava a en el jarro. Luego no van a caber más de 2 o 3 pelotas. Vacíe todo y comience de nuevo, metiendo primero las 10 pelotas, y después, toda la grava b y toda la arena b.
   • Arena, que representa lo que da placer, como la vida social.
   • Grava, que representa las tareas (materiales, financiales, vocacionales) del día.
   • 10 Pelotas (de golf), que representan las cosas más importantes de mi día: el alimento (& medicina), el ejercicio, el descanso, la lectura y meditación de la Biblia, la oración, la conversación, las caricias, etc.

Salmo 1 (mi paráfrasis)

1. ¡Qué felicidad para el varón
   que no hace lo que le recomiendan los descontrolados
   ni se para en el camino de los incumplidos
   ni se sienta con los que hacen burla de lo santo,
2. pero tiene mucho amor por la enseñanza que Dios ha provisto
   y no se cansa de recitar las palabras de Dios!
3. Él será como la palmera que crece donde hay mucha agua,
   que da buen fruto cuando es tiempo
   y que nunca muere.
   En todo lo que hace, él prosperará.
4. Los malos en todo son diferentes al justo.
   Son como cáscaras de trigo, sin valor y llevadas por el viento.
5. No podrán salir aprobados cuando Dios les juzga
   ni podrán participar en la felicidad que él dará a los justos.
6. Dios mismo se encarga de conducir los justos a la felicidad
   pero deja perecer a los malos.

Salmo 1

1. Bienaventurado el varón
   que no anduvo en consejo de malos,
   ni estuvo en camino de pecadores,
   ni en silla de escarnecedores se ha sentado,
2. sino que en la ley de Jehová está su delicia
   y en su Ley medita de día y de noche.
3. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
   que da su fruto en su tiempo
   y su hoja no cae,
   y todo lo que hace prosperará.
4. No así los malos,
   que son como el tamo que arrebata el viento.
5. Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio
   ni los pecadores en la congregación de los justos,
6. porque Jehová conoce el camino de los justos,
   mas la senda de los malos perecerá.